Toca concentrarse.... me voy a poner algo de música que me alivie la existencia. Un royo tranquilo, minimalista y con un ligero toque de oscuridad oriental, algo que me ayude a entrar en el trance productivo.

¡Ah!... quien estuviera en la selva. Vestido con traje de druida coleccionando hierbas y rascando ranas. Joder, se me ha caído todo. ¡Inventar el LSD con 3000 años de antelación para derramarlo sobre calatheas y lagartos...! Intento chupar el suelo pero nada, alguien andaba sediento. La madre naturaleza parece animarse; hijo mio no sabes hace cuanto no hacía esto. Se dictamina la tregua; la selva brilla y tiene las pupilas dilatadas. Brotan cables Jack que se enredan sobre los árboles y resulta que el volcán era un subwoofer desfasado: los vecinos van a flipar (y nosotros más).  En la oscuridad la mente reverbera... ¿esos colores son de verdad? Madre mía así no hay quien trabaje. Mejor me pongo a pintar, se me están ocurriendo ideas raras.

Os dejo una lista de estudio, electrónica de reflexión con aderezo del sur y especias orientales. Pensada para tardes creativas o masajes con mensaje.