Guía definitiva para disfrutar del concierto de año nuevo

Timmy BoyHabemus, PostLeave a Comment

Queridos amigos, como dice el refranero popular, más sabe el diablo por viejo que por diablo. Yo como soy puro fuego infernal y tengo más de tres cifras en mi haber, os voy a rociar con mi sabiduría para facilitaros la guía definitiva para disfrutar el concierto de año nuevo con tus seres queridos, con la celadora y con José María el viudo de la habitación 413.

Todo evento del año requiere una preparación exhaustiva y planificada, empezando por estudiar lo que se va a escuchar y a sus autores. Comenzamos encontrándonos a los DJs de la época, los reyes de los salones discoteca, el Julio Iglesias y sus herederos artistas del siglo XIX, Johann Strauss Padre e hijos: Johann, Josef y al chupabotes de Eduard. Para situaros rápidamente, haceos a la idea de que el padre era un cultureta fiestero, maestre del cortejo y gran animador de eventos, siempre bien rodeado por sus vástagos amantes del faranduleo y de las revistas del corazón. Esta educación se nota en su música, alegre y desenfadada, diseñada para arrimar cebolleta de una manera limpia y educada, el reggaeton de la época, vamos. Para descubrirlo en tus carnes, escúchate la lista que te dejo al lado, notarás al segundo lo que digo, calentura de seda.

Después de estudiarte las melodías e interiorizar sus pasos de baile, coge el periódico del 31 de diciembre y revisa quien es el director. Si no lo encuentras a primera vista, no te preocupes, te doy una pista, posiblemente su apellido sea judío. Una vez localizado quien es el director, coge tu mejor chal y con la máquina Swinger que tienes desde tu doceavo cumpleaños, coses su nombre centradito en color dorado, bien decorado por corcheas, semicorcheas y claves de sol.

Con tu chal en la cabeza a modo de bandana te sientas frente al televisor y enciendes el vhs a grabar el evento, no sin antes dejar preparado a distancia de boca tus tostaditas con mantequilla, salmón ahumado y caviar, y la botella de Anna Codorniu en hielo seco.

Entran los músicos, realizas una pequeña reverencia, un aplauso no demasiado efusivo y empiezas a escuchar. Sientes la alegría, el gozo, un nuevo año, Polonia es fácil, eres rubia y estas en un precioso salón dorado.

Al rato salen las preciosas bailarinas, siempre con sus piruetas preparadas. En este momento, es cuando recuerdas que algún día tuviste ligamentos y empiezas con la primera, segunda, tercera, cuarta y quinta posición, una maravilla. Eres bella, preciosa, ligera y ágil, tu delicadeza se dispersa por la habitación y José María no puede parar de mirarte, eres un cisne.

Se acerca el final, llega el gran momento de los bises, lo que llevabas esperando desde hace un año. El director te mira a los ojos y se dirige a hablarte, ¡A ti! Los músicos se levantan y te felicitan el año, eres importante, brinda con el cava en tu honor.

Empieza el Danubio azul, surge del silencio la suave melodía, tin tin, tan tan, coge a tu José María de los brazos y dale una vuelta. Pase para un lado, pase para otro, sus ojos son preciosos, tin tin tan tan.

Se acerca el final, llega lo mejor, lo que llevas esperando todo el año, tu Marcha Radeztky, el temazo de la época, el despacito de los rubios. Percusión de entrada, pam pam, prepara las manos para aplaudir hasta la extenuación. Pam pam, esto se anima, quítate la blusa, quítatelo todo, hoy empieza un nuevo año y disfrutando hay que afrontarlo.

Feliz año

Te quiere, tu abuela

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